Desde el 2020 (en algunos países antes), cambió radicalmente la vida como la conocíamos, cambió la forma de relacionarnos, de hacer negocios y de comportarnos como empresas y como profesionales. Nos ha tocado flexibilizarnos ante todos los cambios en muchos sentidos, haciendo lo que Darwin en su libro «El origen de las especies», dijo: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.
El home office, trabajo remoto, teletrabajo o trabajo a distancia, ha cobrado un gran protagonismo en el marco de la pandemia por COVID-19 y todo demuestra que llegó para quedarse. Son muchas las empresas que han descubierto y apostado por esta forma de trabajar para seguir manteniendo su actividad económica.
Ciertamente no a todos les gusta, pero a otros les parece una manera como cualquier otra de desempeñar sus funciones profesionales desde la comodidad de su propia casa, o cualquier parte del mundo donde se encuentren, como es el caso de la generación Millenial, que necesitan mayor flexibilidad para trabajar y la oportunidad para probar cosas nuevas. Te invito a que leas mi artículo: Liderar Millennials ¡Todo un desafío!, publicado en el Blog de la Asociación Internacional de Coaching y Mentoring (AICM), en la cual soy miembro: Raquel Pahissa.
Y es que efectivamente, el home office tiene muchas ventajas tanto para los colaboradores como para las empresas, una de ellas es el ahorro de costes porque se evitan los desplazamientos vehiculares, lo cual a su vez impacta en una mejora al medio ambiente. Y por otra parte, las empresas, con el dinero que se ahorran, pueden implementar nuevas herramientas informáticas que faciliten el teletrabajo o innovar en su negocio.
Además contribuye con los horarios flexibles y con la conciliación entre la vida laboral y familiar de los colaboradores, que son aspectos que agradan a los que trabajan bajo esta modalidad.
Sin embargo no todos ven el “vaso medio lleno”, sino que se inclinan por verlo “medio vacío” y tienen todavía cierta resistencia al respecto, ya que opinan que es complicado llevar a cabo un eficiente trabajo en equipo.
¿Tú qué opinas? ¿Crees posible que tele trabajando permanezca el espíritu de equipo en tu organización? ¿Será factible que todos los miembros de tu equipo sean capaces de colaborar y cooperar a la distancia? ¿Podrás tener o seguir teniendo un equipo de trabajo virtual de alto desempeño?
Pues si es posible trabajar en equipo en tiempos de home office, y te voy a dar algunas claves para que puedas lograrlo:
La primera es buscar modos eficientes de comunicación, la comunicación es fundamental, por lo tanto es importante establecer cuáles serán los canales y rutinas de comunicación. Puedes hacerlo vía email si es algo puntual, o por charlas o videoconferencias por cualquier herramienta tecnológica disponible, cuando se trate de un tema más extenso a comentar o debatir. Y en este apartado es muy importante seguir la recomendación de Richard Branson, creador de Virgin, en cuanto a sustituir el “yo” por el “nosotros”, siempre habla de “nosotros” para referirte a tu empresa. Esto hará que se sientan más identificados e involucrados.
La segunda es marcar objetivos comunes y claros, es imprescindible que todos sepan hacia qué dirección se ha de remar. Es importante establecer metas y expectativas para cada miembro del equipo, aunque dándoles la confianza necesaria y el feedback pertinente para que se conviertan en colaboradores responsables. Te recomiendo también asignar roles a cada uno, tener un empleado que sabe cuál es su trabajo ayuda a evitar conflictos. Así como establecer unos KPI’s con tecnologías o programas de trabajo compartido para que puedan saber cómo se avanza en cada tarea.
Y como tercera clave, motiva a tu equipo para lograr su máximo potencial, ¿Cómo? Puedes, por ejemplo, delegarles tareas con las que se sientan productivos, útiles y valorados, ofrecerles flexibilidad, darles feedback y reconocer sus éxitos.
¿Cuál creo que es el principal reto de los líderes?
Definitivamente, pienso que encontrar un equilibrio que permita gestionar la productividad del equipo sin caer en el control excesivo de las tareas, algo que perjudicaría a la motivación de los colaboradores.
Ahora, más que nunca, es decisivo modificar las actuales estrategias de liderazgo y entrelazar nuevos pensamientos que favorezcan el equilibrio y la alineación entre los objetivos individuales y el compromiso grupal a distancia.
Y ahora que sabes todo esto… ¿Cuáles serán las estrategias que implementarás de ahora en adelante para gestionar un equipo virtual de alto desempeño?
Raquel Pahissa
Coach Neurolingüístico
Ejecutivo y Organizacional
IG: @raquelpahissa
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